El estilo es un cúmulo de detalles. Numerosas corrientes creativas se apoyan en el concepto more is more para definir una personalidad que les haga destacar sobre el resto. Más colores, más formas, más texturas. Su poder reside en la excentricidad, en juntar sus piezas de una forma única, nunca antes vista.
En este contexto, lo vulgar y lo refinado terminan siendo extremos que se tocan, pues tienen una meta compartida: hacerse notar.